martes, 8 de noviembre de 2011

Se Me Gasta La Vida

Se me gasta la vida
sin darme cuenta
y no es un bote de champú
que se pone al trasluz
para ver cuanto queda.

Se me gasta la vida
y no me entero
pués pasa despacio y en silencio
como nueva arruga
que se instala en mi piel
sumisa y derrotada.

Se me gasta la vida
y no es un traje renovable
en las rebajas
de la tienda de la esquina.

Se me gasta la vida
y yo me empeño en llenarla
de mil cosas y detalles 
que no pueden anclarme.

Se me gasta la vida
y no sé qué hacer
pués creo que ella me vive a mí
y no yo a ella.

Se me gasta la vida
y no puedo hacer nada
sólo renacer en cada luz
y dejarme fluir en los segundos.

Se me gasta la vida
y lo peor es no saber
cuánto me dura
pués lo que luego vendrá
núnca caduca.

Se me gasta la vida
y la única certeza
es esa eternidad perpetua
que me aguarda trás la puerta.

Y voy llenando mi cuaderno de borrones
contando pensamientos
tachando sensaciones
que no me llevan a ninguna parte.

Arantza Arana

2 comentarios:

  1. Este poema reflexivo indica que si te das cuentas de cómo gastas tu vida.
    No olvides que sólo tú puedes cambiarla.
    Un saludo.

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  2. Hola Arantza!!, ¡pues si que has escrito desde que no me pasaba por aquí!. Persona mi ausencia, querida.

    A mí me duele un poquito "gastarla", y a veces quiero correr mucho como si de una etapa de la vuelta ciclista se tratara. Luego paro, y me doy cuenta, que corriendo no se llega a ningún sitio, excepto montada en una bici o teniendo unas buenas piernas para ello.

    Me gusta esta reflexión que has realizado poemizada, y que finalizas con un cuaderno de borrones, síntoma de que aprendemos continuamente.

    Un fuerte abrazo

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